Amado Padre Celestial, vengo hoy ante ti, para presentarte la vida de mi hija.
En gratitud al regalo de su vida en mi familia, y en reconocimiento de tu gran poder y sabiduría, invoco hoy tu bendición sobre su vida.
Que sea ella una niña sana, fuerte e inteligente; que crezca con tu sabiduría y tu guía hasta convertirse en una mujer como lo fue Maria Madre.
Que reciba tu bendición, honra y abundancia.
¡Amén!